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¿Triste o con depresión? Sin tratamiento, ¿qué pasa?

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La tristeza es una emoción normal y tiene una utilidad evolutiva, pero algunas personas no saben identificarla ni pueden gestionarla. Aún así, la tristeza no se medica.

 

Pero la depresión es mucho más que solo sentirse triste y en ocasiones la tristeza ni siquiera forma parte de sus manifestaciones.

 

De acuerdo con la OMS, 280 millones de personas en todo el mundo tiene depresión, 5% de los adultos la padece de forma crónica y en países como México  75% de quienes la sufren no recibe tratamiento.

 

Y una de las cosas que ha hecho posible está grave situación de desatención es su sobre simplificación que lleva a que muchas personas con tristeza sean erróneamente diagnosticadas e innecesariamente tratadas con medicamentos que no devuelven la alegría, pero que les causan efectos adversos molestos, mientras que otras personas, crónica y gravemente deprimidas no sea atendida solo porque no se le ve triste.

La depresión causa ausentismo laboral, provoca fracaso escolar y ocasiona frecuentes visitas a médicos y hospitales por la presencia de síntomas físicos o malestar inespecífico.

 

En el cerebro de una persona con depresión ocurren alteraciones químicas que afectan de forma selectiva la función de varias regiones que, sin atención, pueden modificarse de forma permanente.

 

Las áreas que mayor alteración muestran son:

 

CORTEZA PREFRONTAL

 

El área del cerebro que subyace a nuestra frente se conoce como corteza prefrontal y tiene funciones sumamente importantes, entre las que destacan nuestra capacidad de ejecutar acciones complejas, además de  organizarnos para llevarlas a cabo.

 

En especial, la corteza prefrontal izquierda tiene que ver con la resiliencia, que es la capacidad que tenemos para superar situaciones traumáticas; como la muerte de un ser querido, por ejemplo.

 

La cantidad de neuronas en esta región del cerebro se encuentra disminuida en cerebros de personas con depresión, lo que afecta su capacidad para tolerar y sobreponerse a situaciones tristes y provoca que la persona experimente grandes dificultades para planificar y ejecutar tareas, muchas de las cuales son necesarias en la realización de nuestras actividades cotidianas.

 

La corteza prefrontal, que entonces comienza a perder neuronas, no puede controlar la actividad del llamado cerebro emocional, lo que provoca que las emociones negativas, como la tristeza, el miedo, el enojo causen una gran interferencia en la vida de las personas con depresión, quienes continuamente experimentan ideas negativas acerca de si mismos, el resto de las personas y la vida en general, volviendo triste la experiencia de vivir.

 

AMÍGDALA e HIPOCAMPO: el cerebro emocional

 

Estas estructuras son 2 de las más importantes del llamado cerebro emocional y tienen funciones cuya alteración provoca los síntomas depresivos.

 

La amígdala es un centro de procesamiento emocional que interpreta las expresiones y señales en el ambiente para asignar qué tan peligrosas pueden ser para la persona; es decir, en términos muy simplistas, la amígdala es la estructura que nos hace recordar nuestros miedos y traumas.

 

Cuando la amígdala deja de estar regulada por la corteza prefrontal comienza a reaccionar ante estímulos insignificantes, provocando que la persona deprimida se siente continuamente amenazada, angustiada y con miedo, pero además los hechos y situaciones de la vida cotidiana comienzan a interpretarse de forma negativa, generándole a la persona pensamientos tristes y oscuros de forma recurrente.

 

El hipocampo, por otra parte, es una de las estructuras más importantes en el aprendizaje y la formación de recuerdos.

 

El hecho de que el hipocampo y la amígdala estén conectados hace que nuestros recuerdos estén impregnados de emoción y consigan conmovernos. Una palabra que justamente quiere decir inquietar o hacernos mover con eficacia, pues es habitualmente la carga emotiva de nuestros recuerdos la que nos hace reaccionar ante cualquier situación en primera instancia.

 

En personas con depresión, la actividad aumentada de la amígdala hace que los recuerdos se almacenen o se recuperen con una fuerte carga negativa, lo que ayuda a que el estado emocional negativo de la persona deprimida se mantenga por sí mismo.

 

La depresión, entonces, no siempre se expresa como tristeza y la tristeza no siempre es depresión, pero en todos los casos la depresión va afectando la vida cotidiana de las personas, aislándolas y haciéndolas funcionar mal.

 

Diagnosticar adecuadamente a una persona con depresión es solo el primer paso porque el tratamiento debe individualizarse debido a las varias formas en las que este trastorno puede expresarse.

 

La actividad física y la meditación, entre otras acciones, ayudan a la persona a normalizar y recuperar estas funciones alteradas y en un gran número de casos pueden ser una solución completa al problema de la depresión; sin embargo, en los casos más graves o de mayor duración es necesario un tratamiento psiquiátrico.

 

¿Por qué es tan importante tratar adecuadamente la depresión?

 

Porque no hacerlo provoca que la depresión se vuelve crónica o recurrente; por ejemplo, una persona que ha tenido un solo episodio de depresión en su vida y que no han recibido el tratamiento apropiado tiene un riesgo de 50% de volver a sufrirla, y este riesgo alcanza 90% de probabilidad en aquellas personas que han experimentado 3 o más episodios de depresión.

 

El tratamiento correcto normaliza la estructura y la función cerebral, evita la recurrencia y la modificación permanente de nuestro cerebro, pero con tratar la depresión no solo se refiere a conseguir la mejoría de los síntomas, sino a lograr la remisión completa de la enfermedad.

Conoce al doctor Luis Fernando Aguirre Covarrubias

El doctor Aguirre Covarrubias es Médico Cirujano y Partero por la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional, y especialista en Medica Interna y Psiquiatría por la Universidad Nacional Autónoma de México.

 

Además, es Psicoterapeuta Cognitivo Conductual, Dialéctico Conductual y Sistémico.

 

Actualmente es uno de los mejores Psiquiatras en Pachuca, desempañándose como Director Médico en Médica Explanada, trabaja además en el Hospital Psiquiátrico “Villa Ocaranza” de la Secretaría de Salud de Hidalgo, en el Centro de Desintoxicación y Tratamiento contra las Adicciones “Rali por tu Vida” y en el Hospital General “Dra. Columba Rivera Osorio” del ISSSTE.

 

Si deseas conocer más acerca del doctor Aguirre Covarrubias, puedes consultar un resumen de su currículo aquí

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